La piel del hombre es más gruesa y resistente que la de la mujer, la mayor presencia de colágeno la hace tener un aspecto más firme y compacta.
A su vez cuenta con una mayor producción de grasa (sebo) que se convierte en una barrera natural contra el envejecimiento, retrasando la aparición de arrugas y consiguiendo mantener una apariencia más joven durante más tiempo.
Se que tras leer esto tienes la tentación de sentirte invencible, pero intenta contenerte, ya que a su vez implica que cuando las arrugas aparezcan, lo harán de forma más brusca en forma de surcos marcados y profundos lejos de lo que serían unas simples lineas de expresión.
Además lo que resulta positivo sobre papel no lo es tanto con los cuidados equivocados, al producir más sebo siempre se tiene una sensación de una piel más grasa, brillante. Por ello normalmente tendemos a limpiar el rostro con jabones abrasivos no diseñados para la cara que eliminan completamente el sebo natural de nuestra piel, esto hace que nos dejen sin barrera de protección y con una piel deshidratada lista para envejecer por minutos.
El tipo de piel más gruesa que en principio veíamos como una ventaja absoluta también tiene el inconveniente de perder tirantez con mayor facilidad lo que se traduce en las queridas ojeras, bolsas y sensación de piel flácida y «cansada».
Sabiendo todo esto vamos a intentar darte unos pequeños trucos y sugerencias para mejorar la apariencia del rostro así como reducir y retrasar la aparición de arrugas y otros síntomas del envejecimiento de la piel.
El mantra, repite conmigo; «Limpiar, Exfoliar e Hidratar»
1. Limpiar con un jabón facial
Es imprescindible limpiar sin deshidratar, sin eliminar el sebo natural que genera la piel y que tan necesario es para protegerla de los elementos a la que está expuesta, del envejecimiento. Por ello se hace necesario que evites limpiar tu rostro con el jabón más cercano que suele ser el de manos y que es bastante agresivo para esta zona.
Un jabón facial por composición es delicado con la piel de la cara, no eliminará al completo el sebo, respetará tu piel dando un aspecto limpio a la vez que sano y te dará una buena sensación de frescor siempre necesaria cuando limpiamos el rostro.
Como recomendación lava tu rostro al menos dos veces al día (mañana y noche).
2. Exfoliar y purificar
La exfoliación consiste básicamente en eliminar la suciedad incrustada en los poros de nuestra piel así como la capa de células muertas que se acumula en esta.
Esto se consigue por medio de geles y cremas que contienen partículas exfoliantes.
Aunque la periodicidad depende de cada rostro, piel, exposición a los elementos (ej: tipo de trabajo) nosotros te recomendamos 1 o 2 veces por semana con un exfoliante suave, aplicándolo con el rostro y manos húmedas por medio de un suave masaje con la yema de los dedos, donde se haga hincapié en la zona T (frente, nariz y barbilla) y sin olvidar el cuello!
3. Hidratando la piel
Mantener una hidratación adecuada de la piel es sin duda uno de los puntos más importantes del «mantra» de cuidado para el rostro.
Imagina tu piel como una fotografía de un paisaje desértico donde la tierra se encuentra cuarteada, una imagen visual muy explícita pero no lejos de la realidad, es la adecuada hidratación de la misma la que consigue evitar este efecto de piel cuarteada, seca, con arrugas.
Por ello es importante hacer de la hidratación una rutina de cuidado diaria, hidratando tu rostro como mínimo una vez al día aunque realmente lo recomendable sería dos veces al día (mañana y noche).
Los siempre olvidados, los ojos
Incluso aquellos que más cuidado ponen en mantener una piel limpia e hidratada, olvidan que en el contorno de los ojos se encuentra la piel más sensible, de 4 a 5 veces más fina que la presente en el resto del rostro, y es por ello que es donde las arrugas tienden a aparecer primero y de manera más profunda que en otras zonas.
Por este motivo existen productos específicos para cuidar esta zona de manera concreta y ayudar a reducir y prevenir los signos visibles del cansancio, envejecimiento, arrugas, etc.
Cremas antiedad, declarando la guerra a las arrugas
Dentro de las cremas hidratantes existen productos específicos antiedad con el objetivo de combatir las arrugas y retrasar los síntomas del envejecimiento, para ello sus formulas incluyen componentes como ácido hialuronico, antioxidantes, Q10, extractos orgánicos, entre otros conocidos por sus propiedades anti-envejecimiento.
Sí, el estilo de vida es la base
Nuestro día a día es la llave de entrada o salida en el envejecimiento prematuro de la piel, por desgracia mucha de los puntos a evitar son a su vez inevitables (seamos realistas, complicado eliminar al completo el estrés de nuestras vidas), en cualquier caso no está demás tenerlas presente y aunque seguro ya las sabes, te las recordamos:
- Duerme de 6 a 8 horas diarias, y es que es durante el sueño cuando se reparan las fibras dañadas y se reduce el estrés.
- Evitar el tabaco, reseca la piel, reduce su brillo natural y elimina antioxidantes.
- El sol es vida, pero siempre con protección solar y evitando las horas de máxima exposición.
- No solo debes hidratarte por fuera, también por dentro, beber mucho liquido, es muy importante para mantener tu piel tonificada e hidratada.
- Consume mucha fruta y verdura, son el recurso necesario para las vitaminas y antioxidantes que la piel requiere.
- Evita el exceso de alcohol, ya que elimina antioxidantes y deshidrata el organismo.
- Ejercicio, ¡ejercicio!, esencial para oxigenar el organismo y mantener la piel tonificada.