Una piel limpia, cuidada y con luz propia: este es el resultado de realizar una exfoliación facial semanalmente, haciendo uso de los productos adecuados. Pero ¿sabes qué es un exfoliante facial y cómo se aplica?
Qué son los exfoliantes faciales
Un exfoliante facial es un gel limpiador formado por pequeños gránulos o partículas que permiten la limpieza profunda de los poros de la piel, retirando las células muertas y la suciedad que se acumulan en el paso del día causa de la contaminación ambiental, sudor, etc.
La frecuencia para realizar la exfoliación facial ha de ser progresiva. Lo ideal es comenzar realizando el tratamiento una vez cada 20 días y, poco a poco, realizar la exfoliación una vez en semana o cada dos semanas como mucho, dependiendo del tipo de exfoliante facial escogido, dado que el proceso de exfoliación es en mayor o menor medida abrasivo, esto nos permitirá valorar la tolerancia de nuestra piel al producto exfoliante que hemos elegido.
Por qué necesitas exfoliar el rostro
La contaminación, el sudor y las células muertas repercuten en la salud de la piel, impidiendo una adecuada regeneración de la misma.
Con los exfoliantes faciales tenemos de forma sencilla y desde la comodidad de nuestra casa, una rutina de cuidado que ayuda a evitar que se formen impurezas tales como puntos negros o granitos, ayudando a regenerar las células de la piel y a obtener una piel tersa y suave.
Además, suaviza las marcas y cicatrices y permite que la piel absorba cualquier principio activo presente en la crema hidratante o serum hidratante de uso diario.
En consecuencia, es clave una vez terminada la exfoliación facial, el hidratar la piel en profundidad.
Tipos de exfoliantes faciales
Para comprender en profundidad qué es un exfoliante facial resulta conveniente hablar acerca de los distintos tipos de exfoliantes que puedes encontrar: exfoliantes mecánicos, enzimáticos, químicos y granulados.
Exfoliantes mecánicos
Este tipo de producto para exfoliación facial es ligeramente denso. También pueden ser combinados con herramientas como un cepillo facial.
Cuenta con poca cantidad de gránulos y se compone de elementos como la sal de mar y extractos naturales tales como el melocotón.
El modo de empleo consiste en masajear suavemente el rostro con el exfoliante ligeramente humedecido.
Exfoliantes enzimáticos
Los exfoliantes enzimáticos se componen por cremas y mascarillas de textura suave, sin gránulos.
La aplicación de este tipo de exfoliante facial consiste en masajear el rostro con una pequeña cantidad y dejar actuar alrededor de un minuto.
Debido a que su objetivo es humedecer la piel del rostro, es ideal para pieles sensibles. De hecho, se emplean compuestos químicos y acuosos como la piña o la papaya.
Exfoliantes químicos
Este tipo de exfoliante es el más agresivo de los cuatro. Sin embargo, es ideal para pieles que requieren de una exfoliación y limpieza más profunda o cómo parte de un tratamiento antiarrugas.
Exfoliantes con gránulos o granulados
Un exfoliante con gránulos o de textura granulosa es el adecuado para eliminar las células muertas y eliminar las impurezas, pues los minerales que contiene friccionan la piel y arrastran la suciedad.
Para aplicarlo adecuadamente, la piel debe estar húmeda. Además, hay que masajearla suavemente.
Si finalmente te has decidido a cuidar de tu cuerpo y de tu rostro, la exfoliación facial es un tratamiento que no puede faltar dentro de tus hábitos de autocuidado, en ebalus contamos con los mejores exfoliantes faciales.
¿Hemos solucionado tus dudas respecto a lo que es un exfoliante facial y cuál es el método de empleo? ¿Por cuál te vas a decantar?