Beard Balm Woodland fue mi primer bálsamo o similares para la barba y fue un acierto absoluto. Tiene una textura muy densa, como de cera templada cuando la sacas con el dedo, y una vez la frotas en las palmas se vuelve una crema aceitosa. Se reparte de forma uniforme por toda la barba y aparte de dar un brillo estupendo e hidratar el pelo y la piel, tiene un aroma genial. Es como si hubieran cogido un bosque de Suecia y hubieran conseguido condensarlo en esa pequeña lata. Huele como a madera y vegetación pero a la vez es dulce y fresco. Me gusta tanto que antes de terminarlo empecé otro y estoy haciendo que dure todo lo posible poniéndomelo de vez en cuando. Pero tarde o temprano repetiré, si no con este con algún otro de la misma marca.